C.S. no sabía qué hacer. Desesperada, se enteró de la Ley de Segunda Oportunidad. Entonces decidió recurrir a los abogados de Área Jurídica Global en octubre de 2019.
Exonerada de toda deuda
El juez no tuvo dudas, vio que no podía devolver sus deudas de ninguna manera, tampoco podía responder con bienes (casa, coche…) y consideró que no había actuado de mala fe. Así, decidió exonerarle de toda su deuda: 65.490 euros.
«Me llevé una alegría enorme, aunque luego mi empresa me despidió por la crisis. Ahora he vuelto a conseguir trabaja, pero libre de deudas y me han quitado de las listas de morosos», explica un animada C.S., quien agrega: «Y mentalmente me siento fuerte, pero estuve muy tocada y agobiada». «La gente tiene que saber qué es la Ley de Segunda Oportunidad, que justamente está pensada para las personas que, de buena fe, se ven completamente endeudadas», asegura.
¿Qué es Ley de Segunda Oportunidad?
La mayoría de españoles ignora la existencia de la Ley de Segunda Oportunidad, una medida equivalente a los procesos concursales y de bancarrota de las empresas, pero pensada para los ciudadanos particulares y los autónomos que se encuentran inmersos en un proceso de endeudamiento del que no pueden salir.
Esta ley es particularmente relevante en épocas de crisis como la que estamos viviendo, en la que, a raíz de la covid, en España está aumentado el desempleo y hay cientos de miles de trabajadores afectados por Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y, cada vez más, directamente por despidos definitivos. Por ello, cada vez más españoles se enfrentan a situaciones angustiosas al no llegar a fin de mes y muchos, por ejemplo, recurren a préstamos para ir más desahogados, pero luego deben pagar intereses y acaban arruinados.
¿En qué consiste?
La Ley de Segunda Oportunidad fue aprobada por el Real Decreto 1/2015, de 27 de febrero, para permitir a las personas físicas residentes en España que cumplan con ciertos requisitos, alcanzar un plan de pagos asequible o cancelar todas aquellas deudas a las que no pueden hacer frente. En la gran mayoría de países desarrollados esta ley se lleva aplicando desde hace más de 25 años. Por ejemplo, en Gran Bretaña, la ‘Ley de Insolvencia’ permite a más de 140.000 ciudadanos británicos solventar sus deudas al año.
¿Qué ventajas tiene?
Debido a la crisis sobrevenida en 2012 y agravada por la actual situación de pandemia provocada por el coronavirus, muchas personas están sobreendeudadas y sin poder hacer frente al pago de los compromisos contraídos. Su situación económica y la persecución que sufren por sus acreedores llega a ocasionarles graves problemas de depresión y salud.
Utilizando la Ley de Segunda Oportunidad, por fin pueden poner solución a sus deudas, terminando con todo el estrés que les está ocasionando y terminando con los problemas de salud que esta situación les esta provocando, permitiéndoles con esta solución legal, salir del sistema de economía sumergida en el que están viviendo.
¿Cuáles son los requisitos?
Para acceder a la ley, el solicitante no debe tener antecedentes penales por delitos económicos, contra el patrimonio o contra las administraciones públicas, debe haber actuado de buena fe antes y durante el proceso de la Ley de Segunda Oportunidad, tener menos de 5 millones de euros de deuda, y debe ser incapaz de pagar sus deudas.
¿Qué es el alivio de la deuda?
El alivio de la deuda está perfectamente descrito por el significado de esta palabra, pues implica que el solicitante conseguirá resolver su situación económica. El proceso puede terminar con dos resultados: acordando con sus acreedores un plan de pagos que pueda afrontar fácilmente, o consiguiendo que un Juzgado cancele todas las deudas que tenga.
¿Qué es el plan de pagos?
Antes de redactar el Plan de Pagos, se realiza un informe financiero lo más exacto posible con el cliente, en el que se calcula la cantidad que la persona pueda abonar a sus acreedores, una vez descontados los gastos corrientes del mes. Es decir, la directriz que apoya la ley contempla que los ingresos que una persona percibe, primero se tienen que destinar a vivir (gastos mensuales) y el sobrante a pagar.
Una vez redactado y habiendo seguido los pasos, se celebrará una Junta de Acreedores en la que estos puedan votar a favor o en contra de la propuesta realizada. Si el 75% de los acreedores vota a favor de la propuesta, esta saldrá adelante y será vinculante para todos ellos. La aceptación del plan de pagos pondrá fin al proceso permitiendo a la persona pagar una cantidad asequible a sus acreedores reduciendo mucho su deuda, permitiéndoles además conservar todas sus propiedades si así las tuviera.
¿Cuánto cuesta el proceso?
El precio del procedimiento lo estipulará el despacho de abogados en función de la situación económica, financiera y patrimonial del deudor, es decir, no cuesta lo mismo confeccionar y gestionar un expediente con 4 millones de euros de deuda y 30 acreedores que uno que solo tenga 30.000 euros de deuda y cuatro acreedores. En cuanto a la duración del proceso suele estar entre 12 y 18 meses, dependiendo de la carga de trabajado de cada juzgado.
¿Qué son los concursos de acreedores de personas físicas?
Los concursos de acreedores de personas físicas son similares a los concursos de empresas, excepto que estos últimos llevan mucho más tiempo en uso y son más conocidos. En el caso de las empresas, deben declararse en concurso si prevén que ya no podrán pagar sus deudas. Esto cambia para las personas físicas, que no tienen obligación de declararse en concurso, aunque es aconsejable poner una solución antes de que su situación económica les resulte del todo insostenible.